Vuelo 666
Era el nombre y una fecha, era paisaje y era el sueño era la voz y era el aroma era la dueña de mis versos. Ella, rumor entre la prisa ahogando el mar en cada ola; Yo murmullo de las sombras perdiendo altura en primavera. Anhelo y silueta era, en las nubes y en la arena; silencio y espera detenida. Era mía, y era ella. El din don del aeropuerto me despierta y entre chapas y motores nos eleva. Vuelo 666 con destino hacia la selva. Mis errores y tus besos me acompañan entre lágrimas y cantos de sirenas. © Eva María Velázquez Abril 2010