Buenas tardes, soy una persona libro

Hoy quiero haceros llegar un artículo publicado hoy martes, 2 de marzo de 2010, en www.lainformacion.com, a cargo del periodista David González Torres, en el que se describe totalmente lo que somos las personas libro. La foto que ilustra el texto tiene igual procedencia. Disfrutadla.

"Un grupo de fomentadores de la lectura se hacen llamar Personas Libro. Narran desde hace seis años, de memoria y en voz alta, su novela o poemario favorito, al igual que aquellos protagonistas de la novela 'Fahrenheit 451' de Ray Bradbury.

Estas peculiares sesiones de lectura comienzan así. El grupo despliega paraguas naranjas en el suelo, y se enroscan en el cuello bufandas de ese mismo color, símbolo del fuego que quema el papel. Estos lectores se presentan con las manos vacías, sin novelas, sin poemarios. Delante del auditorio narran de viva voz; y después una de ellas se presenta: “Buenas tardes, soy el primer capítulo de Cien años de soledad, de Gabriel García Márquez”. Luego, el resto de las Personas Libro –así se llaman- continúan la narración ante los asistentes.






Las Personas Libro - Proyecto Fahrenheit 451 es un movimiento asociativo que surge de la mano del dramaturgo Antonio Rodríguez en 2006. Su idea era promover la lectura de manera concéntrica, pero bajo una misma actitud y aptitud. Por grupos de voluntarios, cada lector recitaría de memoria y en voz alta, ante su público, un capítulo de un libro elegido, aquel que más le hiciera sentir el placer de la lectura. A partir de ahí, los grupos se irían conformando con su propia personalidad e inquietudes.

El nombre de este colectivo tiene como valedor la novela de Ray Bradbury Fahrenheit 451, en cuyo mundo literario los libros estaban prohibidos y se quemaban por la autoridad represora. Para conservar en la memoria colectiva cada novela, cada poema, cada título narrativo, un grupo de valedores de la lectura memorizaba un libro extinto.

“La idea se me ocurrió cuando en mis talleres de teatro me di cuenta de que los actores engolaban la voz y la palabra no llegaba. Empecé entonces a trabajar la lectura con varios alumnos. Mientras tanto, estaba releyendo el libro de Bradbury: y, por eso, llamé así al proyecto”, explica Antonio Rodríguez, fundador del colectivo en Madrid.

Así, el movimiento de Personas Libro se propaga desde hace casi un lustro por toda la geografía española, aunque tiene bastantes adeptos en Andalucía, por ejemplo. Allí se expande por ciudades como Sevilla, Córdoba, Granda o Huelva. Incluso hay hermanamientos con otros grupos internacionales, en países tan poco equidistantes como Argentina o Italia.

Este equipo de narradores-lectores (puesto que no les gusta vincularse al verbo recitar o al sustantivo recital) es heterogéneo, tanto en edad como en gustos literarios: “Dentro de nuestro colectivo de personas libro, tenemos entre una veintena de miembros que van desde los siete años a personas casi nonagenarias, lo que puede dar una idea de la diversidad”, comenta Esperanza García, responsable del proyecto Personas Libro en Sevilla.

Antonio Rodríguez, fundador de la asociación en Madrid, por su parte, insiste en que cada grupo tiene sus peculiaridades de narración y puesta en escena, pero que son dos los elementos fundamentales de esta actividad lectora en voz alta: que cada Persona Libro aprenda los fragmentos deseados de aquel título que más le toque o inquiete; y, además, que entregue la palabra, como si tocara a su interlocutor.

“Narramos con sencillez, en colegios, en asilos o en cárceles. Yo, por ejemplo, soy el primer fragmento de Cien años de soledad. Nuestro objetivo es defender el libro y el fomento de la lectura, en una acción que despierte la curiosidad lectora”, añade Esperanza García.

El poeta y tú

Esta asociación sevillana recuerda que entre sus hitos está su participación en las narraciones que en Andalucía se hicieron en homenaje al fallecimiento de la muerte del escritor y poeta uruguayo Mario Benedetti. O la sesión de lectura en voz alta del libro clave de Juan Ramón Jiménez, Platero y yo.

El promotor, Antonio Rodríguez, también recuerda que las narraciones de Personas Libro han viajado, en estos últimos cuatro años, desde el Círculo de Bellas Artes de Madrid, donde se leyó El Quijote en todas las lenguas del mundo, hasta la presentación de la Biblioteca Europea de Roma.

Lo cierto es que estas sesiones internacionales de lectura oral le han dado cierto empaque al proyecto, pero sus promotores recuerdan que en cualquier lugar o ante cualquier aforo, esta actividad se contagia como una epidemia lectora.

“No es necesario tener cualidades para ser una persona libro. Cada vez que surge una narración somos germen de un nuevo foco. Somos voluntarios de lecturas voluntarias. Lo importante es que se parta de un libro deseado y que la palabra derramada, como chocolate fundido, sea vital, como cuando nacemos, follamos o morimos”, apostilla Rodríguez.

Por tanto, si el que escribe este reportaje tuviera que elegir, se presentaría así: “Buenas tardes, soy el capítulo 7 de Rayuela, de Julio Cortázar”. "

David González Torres
www.lainformacion.com

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