Poesía


© 2010 EVA MARÍA VELÁZQUEZ

Título: PRETÉRITO IMPERFECTO
Editorial: Ficciones (Granada)
Colección Sala de los Secretos
___________

Nana al amanecer
_________


Despertares

Si pudiera vencer hoy
la esclavitud de mi alma,
ante el frágil cristal
de tu argumento.

Si lograra olvidar,
con el roce de tus manos,
el recelo, que en tus ojos
me produce tanto miedo.

Si el dolor de mis heridas
se esfumara,
por más momentos
que un momento, y

Si lograras darte cuenta
de que tu amor y mi amor
no entienden
tu descontento.

Si algún día,
por capricho de los dioses,
reconocieras que sólo tú
eres mi aliento.

Y, si de nuevo nuestros ojos
se fundieran en un sueño;
y tu cuerpo, candoroso,
volviera a tocar mi cuerpo...

Te juro, amor,
que moriría
al primer contacto
de tu beso.


Insinuación
Aún el eco de tu voz suena en mi oído:
¿Almorzarás pronto conmigo?

Cuelgo a solas, enmudecida, y
a duros golpes van llegando
mis recuerdos escondidos.
Mil caminos poderosos de tu ayer
sin más destino que mi amor; y
caminos que, sin mí por destino,
hoy sólo son meros caminos.

Junto al teléfono me sorprendo inmóvil,
mirando una foto que ya no existe;
inmersa en un paisaje que nunca fue;
gastando un presente que oculta
mi implacable deseo de ser.

Suena bonita de nuevo tu voz.
Cierro mis ojos y adivino los tuyos.

En mi añoranza, mi memoria se embriaga
con tórridas noches de deseo cumplido,
de manos hambrientas, de besos mojados,
de sonido a revuelo de encajes blancos, y
de aromas tiernos de amor en mi lecho.

Ahora mi deseo por verte aumenta
y, tajante y necia, mi razón me lo prohíbe.

Cierro de nuevo mis ojos
y, haciendo un lugar al recuerdo,
sola, en silencio, te digo:

Sí, mi amor, estaré encantada de cenar contigo.



Desviando tu mirada
No puedo mirar tus ojos

Harta de estar sola,
de mirarte y no tenerte;
cansada de ir por el mundo
buscando, sin buscar,
algo con qué olvidarte,
he pasado mi vida entera,
sin saberlo, amándote.

Todo era poco. Nada era mucho.

No puedo mirar tus ojos.

Hoy, en la lucidez del momento
he comprendido que nadie valía
porque tú no eras.
Me acostumbraste a ti y
seguí buscándote,
sin saber que te buscaba.

Confundido siempre en un sutil deseo,
aparecías tú, apagando con un beso
lo que nunca sucedió.

No puedo mirar tus ojos

Hoy, al encontrarme y no encontrarte,
me ahoga la ansiedad de saber
que toda mi ilusión la abarca un imposible;
de pensar que jamás el mundo
se paró por nadie y que hoy,
ese mismo mundo, no lo hará por mí.

No puedo mirar tus ojos

Ahora, he de seguir viviendo tan sólo por ella,
y seguiré equivocándome sólo por ti.

Nadie es culpable de mi desdicha, mas...
qué torpeza la mía. Qué maldito destino

Quizá nada aparente hubiese cambiado,
tal vez mi infortunio hubiera crecido,¡tal vez!,
pero te hubiese mirado
sabiendo que tú me amabas y, tú,
sintiéndote querido.

Ahora no puedo mirar tus ojos

Hoy, segura de que el secreto se irá conmigo,
mi alma y mi vida entera se van contigo.
Pero habrá otra vida cariño
en la que este Amor derretirá
el mundo absurdo en que vivimos,
y esa vida entera
que nos queda por vivir,
permitirá a mis manos
acariciar tus manos,
y así,
cerca de ti,
muy cerca
me encontrará el destino,
plácida al morir,
porque al fin sé que me iré
mirándome en tus ojos.


Presente de Indicativo

Si hoy sonríes a la sombra
de un pasado por compaña.
Si tus miedos son tu vida,
y es la vida quien te llama.
Si en el hall de tus recuerdos
no hay más sueños que tus ganas,
y una tímida avidez
como sombra te acompaña.
Si, réprobo o absuelto,
confabulas con tu dalla
el maldito destino traicionero
con quien siempre te desarmas.
No receles, mi bien,
que verás despuntar el alba;
y no será limosna ni regalo,
que nunca hubo fortuna tan tacaña.
Aquí, mi paciente mar esperará tu calma
Y arriarás tus velas.
Y tocarás la playa, que paciente espera,
ese día en que tú vayas.


Tañidos del ayer
Las mismas calles que ayer
amamos juntos gritan hoy
que dos no son uno más uno.
Tristes miran nuestros cuerpos
impregnados de azahar,
sin olor alguno.

Esas fuentes que bañaron azoradas
cada gota de mi amor, lloran hoy
al confirmar tanto embrujo
detenido en el ayer,
tanto embrujo atrapado
en el latido de un absurdo.

No me gusta ser mayor y mirarte,
me envenena tanto amor enmohecido.
Todo en vano empuja al aire
y yo, mi vida entera, al vacío.

Necesito paz... encontrarme.

Mi corazón pregunta y
no encuentro las respuestas.

¿Qué fue del lucero de tus ojos
que apagaba al mismo cielo?
¿Qué senderos tomarán tus manos
vacías, en su anhelo?
¿De qué boca beberán mis labios
si mis besos ya tuvieron siempre dueño?

Dime,
¿Qué hago yo con tanto
amor que llevo dentro?
¿En dónde guardo mi ilusión,
si no existen vitrinas en el tiempo?

Silencio... duerme el miedo.


Con rumbo fijo

Tras la sombra cálida
de unas horas compartidas
con aquellos que, hoy pasado,
fueron mi presente un día,
viajo entre tenues luces,
con el ruidoso silencio
de mi ciudad dormida.

Pienso en ti...  te siento.

El absurdo roce de un volante
con mis manos,
aún soñadas en tu piel,
me enajena y tomo
rumbo fijo hacia tu calle.

... y me pregunto
si no eres musa ni quimera,
ni siquiera eres amante,
¿por qué es el corazón
quien me lleva hasta tu talle?

En silencio paro el motor y me detengo,
y..... en silencio contemplo
tu ventana apostillada,
pensando en la verdad
que guarda tu almohada.

Te imagino, entre arrullos, dormido,
y descubro que te quiero más que nunca,

De pronto despierto de mi ensueño,
envuelta por la noche
y mi soledad absorbente.

Por un minuto, me desvanezco.

Respiro...

y continúo mi camino
hacia un hogar lleno de ausencias,
mas ...
pleno de recuerdos
que hoy
son
toda mi vida.