Instantes y premoniciones

Miércoles fatídico y a partir de ahí mareos, mareos, mareos y más mareos. En las dos últimas semanas, varias personas a las que quiero y que me quieren, al ver mi cara me decían: "Eva, para" "Eva, para" que llevas demasiadas cosas. Por si eso no era bastante, Eva Santamaría terminó la entrevista que me hizo con el poema Instantes de Borges. Mientras lo leía, mi cabeza deambulaba haciendo un recorrido por mi vida y sobre todo por mi forma de ser y me dio miedo. Es cierto, llevo muchas cosas en mi vida, como siempre, pero eso no es mi problema sino más bien mi bomba de oxígeno, si no fuera por esas cosas ya me hubiera ido al otro barrio proque ellas son lo que me renueva día a día. Mi peso es otro, es el peso de la desilusión, de la indignación por el abuso de autoridad, por el machismo, por la pared del ninguneo. Porque a nadie interesa alguien que a lo largo de su vida jamás se ha vendido por un mendrugo de pan, alguien que tiene claro que la libertad de ...